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Detectores de IA: ¿Puedo saber si los textos son originales?

Los detectores de IA se han convertido en una herramienta indispensable a la hora de corregir, redactar o publicar textos.
Cada vez son más los estudiantes y profesionales que utilizan la inteligencia artificial para crear textos, informes y presentaciones. Y al mismo tiempo, la IA cada vez redacta textos más humanizados.
De esta forma, muchas veces nos preguntamos ¿Quién escribió este texto realmente? ¿Es original o es un producto de la las nuevas tecnologías?
En este contexto, los detectores de IA son las herramientas que vienen a saberlo todo: prometen revelar si un contenido fue creado por una máquina o una persona.
Pero ¿pueden hacerlo eficazmente? En esta publicación, te contamos qué son, cómo funcionan y cuál es su alcance. Además, te decimos cómo puedes identificar la originalidad de un texto en 7 simples pasos ¡Sigue leyendo!
¿Qué son los detectores de IA?

Los detectores de IA son herramientas diseñadas para analizar un texto y determinar si fue escrito por una inteligencia artificial o por una persona.
Estos instrumentos se crearon, luego del auge de generadores de texto como el ChatGPT, Jasper o Writesonic.
De esta manera, a medida que las personas comenzaron a utilizar estas IA para crear textos, se plateó la necesidad de saber sobre su originalidad y cuestionar si es correcto su desarrollo por una computadora.
Para responder estos interrogantes, surgieron los detectores de IA.
Pero ¿Cómo funcionan exactamente?
La mayoría de los detectores de IA se basan en modelos de machine learning entrenados para identificar patrones de escritura típicos de los sistemas de lenguaje natural.
Por ejemplo, los textos que redactan las IA son perfectos en estructura, no suelen tener ambigüedad, mantienen una gramática simple clara y muy correcta. También, suelen repetir frases o utilizar alguna palabras de manera sucesiva.
Esto se debe a que los modelos de IA no piensan, sino que predicen qué palabra sigue a la otra en función de grandes volúmenes de datos previos.
En cambio, el leguaje natural es mucho más impredecible. En los textos escritos por humanos hay cambios de ritmo, ejemplos, oraciones de distinta longitud y ciertos errores.
Los detectores de IA identifican estos patrones, utilizando métricas como la “perplejidad” (perplexity), que mide qué tan impredecible es un texto o la “burstiness”, que evalúa la variación en la longitud y complejidad de las oraciones.
Sin embargo, estos métodos no son infalibles. Algunos estudios han demostrado que algunos textos completamente humanos pueden ser marcados erróneamente como generados por IA, y viceversa.
Esto plantea dudas sobre el uso de estos detectores como pruebas definitivas de autoría.
¿Cuáles son los usos que puedes darle?

Los detectores de IA pueden utilizarse en muchos contextos. Aquí te contamos en qué ámbitos son muy usados:
- Educación: Tanto estudiantes como docentes utilizan los detectores de IA para comprobar la originalidad de los textos, informes y presentaciones. Por supuesto, al ser una tecnología nueva todavía no es uniforme su aceptación y, por lo tanto, en muchas instituciones académicas el uso de la IA puede ser considerada inadecuada.
- Periodismo: El periodismo está centrado en la creación de textos originales. Por lo tanto, muchos editores recurren a los detectores de IA para comprobar si los artículos presentados son 100% creados por humanos.
- Agencias de marketing: Quienes contratan redactores de contenidos también utilizan estas herramientas para comprobar si los textos fuero creados por IA. Principalmente, porque algunas plataformas penalizan el uso excesivo de la inteligencia artificial.
- En redes sociales: Los detectores de IA pueden ser de gran ayuda para identificar cuentas que automatizan el contenido y son parte de campañas de desinformación o generan spam.
- Comunicación institucional: Muchas empresas buscan que sus mensajes sea 100% humanos, de esta forma se aseguran de llegar de forma sensible a su público y no de manera robotizada.
- Redactores de contenido: Los profesionales que crean contenido de manera responsable y utilizan la IA como apoyo para redactar sus textos, también recurren a estas herramientas.
7 pasos para detectar IA en textos
Si quieres comprobar si un texto está escrito por humanos, te recomendamos combinar algo de tecnología y un poco de análisis crítico:
1. Lee el texto prestando atención a su estructura, ritmo y perfección.
Los textos redactados por IA suelen ser, como ya vimos, muy uniformes, con una misma cadencia, sin ambigüedades ni supuestos. Por lo tanto, lee el texto varias veces para notar si existen errores, diferencias en la longitud de frases o algunas frases coloquiales.
2. Identifica si existen ejemplos personales o los temas son muy superficiales.
La inteligencia artificial suele desarrollar temas generales, sin indagar en cuestiones específicas o complementar con anécdotas. Tampoco encontrarás matices, cambios de tono o estilo.
3. ¿Se repiten frases o palabras?
Tal como vimos anteriormente, la IA suele crear textos utilizando «frases hechas». Puede ser rastreable al repetir una misma idea o concepto.
También, es común que aparezcan palabras repetidas, que no utilice un sinónimo o use una frase de manera constante.
4. Pasa el texto por un detector de IA
Estas herramientas te servirán para analizar cualquier texto. Los mejores son: GPTZero, ZeroGPT, Copyleaks o Writer AI Content Detector.
Si utilizas más de un detector, podrás comparar los resultados y llegar a un análisis más confiable.
5. Analiza la perplejidad y burstiness (si está disponible)
Algunos detectores ofrecen métricas técnicas. Un texto con baja perplejidad y poca variación en las frases podría ser generado por IA.
6. Copia y pega partes del texto en un buscador
Esta es otra forma de verificar si el texto fue utilizado por IA como fuente. La IA suele utilizar información de sitios webs para generar su contenido.
Por lo tanto, si aparece como resultado de tu búsqueda de manera textual o en varios sitios, posiblemente sea un texto escrito por inteligencia artificial.
7. Consulta con un experto si es un caso sensible
En contextos donde la autoría es fundamental (como en el ámbito académico), es mejor contar con una segunda opinión, sobre todo si el detector ha arrojado un resultado dudoso.
Una herramienta fundamental para los tiempos que corren…

Los detectores de IA surgieron como respuesta a una necesidad actual: saber quién creó un texto, si un humano o una máquina.
Puede que no parezca, pero en muchos entornos es fundamental saber su autoría. Desde un estudiante que presenta un informe en el ámbito académico o un profesional que redacta un contenido para una página web.
En todos los casos, empresas, instituciones, profesiones y estudiantes pueden hacer uso de estas herramientas para asegurar la originalidad de los textos y no cometer faltas.
No obstante, estas herramientas no son infalibles y deben ser utilizadas como un instrumento más a la hora de definir si un texto fue escrito por una humano o una máquina.
Por lo tanto, es mejor usarlos como una herramienta más dentro del análisis, no como un veredicto absoluto.
De esta forma, detectar si el texto fue escrito por IA o es 100% humano todavía necesita del ojo entrenado y crítico de un ser humano y mucho sentido común, además, de la ayuda de la tecnología. Y tú ¿Crees poder hacerlo?